sábado, 21 de septiembre de 2013

Son cosas tontas.

-¡Eh tú, ven aquí! 
+¿Quién, yo?
-Tú, fea, tú. 
+Gilipollas. 
-Anda, acércate tonta. 
+Voy, anormal. 
-¿A que te parezco guapo? 
+¿Que más te da eso?
-Mucho. Anda, dime. 
+¿Puedo mentir?
-No. 
+Pues me pareces un chico perfecto. Moreno, de unos bonitos ojos marrones. Con la sonrisa mas bonita de todo el mundo, ya sabes. Son cosas tontas.
-Sí, claro, cosas tontas. 
+Ya sabes que sí. Te las dice a la que tú llamas "tonta".
-Pero es una tonta guapa. 
+Tonto, te odio.
-Pues yo no te odio. 
+¿Me quieres matar? 
-Que va, te quiero sólo para mi. Quiero que seas mi chica. Quiero pasar felices momentos a tu lado. Quiero muchas cosas, pero la más importante eres tú. 
+¿Es broma no?
-No. 
+Entonces, ¿esto no es un sueño? 
-Si te beso, igual lo compruebas.
 (...)
+Vale. No era un sueño.
-¿Lo ves? Esas miraditas tontas hacia ti, eran por algo. 
+Te quiero, idiota.
-Yo más, pedazo de tonta. 


jueves, 5 de septiembre de 2013

'Tío, que me la suda. Paso de ella.'

-Tío, que me la suda. Paso de ella.
-No tío, sabes que es mentira.
-Hay más tías, y más fáciles.
-¿Ese es tu problema? ¿Que es difícil? Te pasas la vida quejándote de que ninguna te produce nada, que son todas iguales, y cuando tienes a una que merece la pena y que realmente te gusta, no haces nada. Bravo, tío. Sabes perfectamente que puedes hablar, coquetear, besar o hasta follar con otras, que a la hora de la verdad es por ella por la que más te rayas, por la que te preguntas por qué eres tan gilipollas y por qué no te pone las cosas más fáciles.

Edad para todo, menos para sufrir por amor.

Estoy aquí para decirte que me importa una puta mierda el amor, que tengo edad de salir, entrar, hacer millones de amigos, de fumar, de beber, de equivocarme, de pintarme las uñas de mil colores y ponerme esos taconazos que mi madre odia tanto, de sacar del armario el vestido más ceñido que tenga (sí, ese que odiabas) y recorrerme las noches de sábado de principio a fin. Edad de ponerme el color de pelo que me dé la gana, de hacerme piercings y tatuajes para luego arrepentirme, de estudiar, de conocer a chicas y chicos y de meter en mi cama a quien me dé la gana porque, cariño, tengo edad para todo, menos para sufrir por amor.