jueves, 28 de marzo de 2013

Hoy es mi día de aplausos.

Algún que otro aplauso de más.

Quiero dar un aplauso a todos los que me critican. Otro a todos aquellos que juraron que siempre estarían a mi lado, ¡No os veo por aquí!. Otro por el que me mintió. Otro a el que no sabe lo que quiere, a el que se pica siempre que algo no sale como el quiere, o que se le atraviesa algo. Otro, por aquel que dijo que me echó de menos y se estaba liando con una mientras lo hacia. Quiero dar un aplauso también a los que lloran, ¡Esos se lo merecen! porque no ocultan lo que sienten, a los que se ríen de las estupideces por no llorar, a los que te miran por encima del hombro, a los que algún día dijeron que serian ricos y tendrían un ferrari, por favor... ¡Dejar de soñar!. No todos llegaremos a ser presidentes de EEUU. A los que quieren, pero de verdad, no los que fingen, para esos hay otro aplauso. Y mi gran aplauso, el aplauso del día, el que sin duda, se lleva la palma es; ese aplauso para todos aquellos que creen que las cosas imposibles, también existen.