martes, 4 de diciembre de 2012

El mayor enemigo de todos.

Se sentía sola, con ganas de desafiar al mundo y comerse sus complejos. Mientras tanto en el otro lado de la habitación, la esperaba su mayor temor. Fruto de todas sus inseguridades, ahí era cuando pensaba que volvería a recaer. Lo que la había hecho caer en aquel pozo tan profundo de inseguridades sin salvación y días, quizá meses encerrada en su casa, llorando. Aquel insignificante objeto maligno, que nos hace sentirnos como no querríamos nunca sentirnos, y al que damos la razón, después de oír esos cientos de motes y críticas. De una vez por todas quiso que desapareciera. Ya nunca más se iba a sentir mal, aquellos mese, quizá años de burlas continuas se habían terminado, porque, ella ya era una nueva persona, y ya nunca más volvería a sentirse acomplejada, desde aquel día, tomó aquella decisión. Que la haría ser un poco más feliz y de una vez por todas, sacó el espejo de su habitación.